sábado, 8 de agosto de 2015
CAPITULO 98
Chicago. USA. Marzo de 2013
El sol se iba abriendo espacio lentamente entre la penumbra que lo abarcaba todo, Paula había sido testigo de esa contienda desde su inicio. Después que despertó a media madrugada no logró conciliar el sueño nuevamente, los recuerdos no la dejaban en paz, su noche había sido espantosa, aun en sueños su lucha interior se mantuvo, desde hacía mucho no sentía una zozobra como ésa, su mundo se había puesto de cabezas en solo segundos y no sabía cómo ordenarlo de nuevo, ni siquiera salir a correr la había calmado, como le sucedía siempre.
Buscaba desesperadamente en su mente cientos de explicaciones al comportamiento de Pedro y todas las que encontraba le parecían absurdas, no quería hacerse ilusiones una vez más, no deseaba dejarse llevar como ya antes lo hizo, ella no podía darse ese lujo, ya no era una chica de veintitrés años. Acababa de cumplir veintisiete, con prioridades, con obligaciones, su época de andar soñando con el príncipe azul había pasado, en realidad nunca fue de las que creyesen en el caballero andante que llegaba para cambiarle la vida y hacer que todo fuese color de rosa.
Siempre había sido muy práctica y en ese momento más que nunca debía mostrarse como tal, debía admitir que lo que tuvo con Pedro solo había sido una aventura, un acuerdo entre un hombre y una mujer adultos, conscientes y dispuestos a disfrutar de un tiempo juntos sin responsabilidades ni compromisos, solo eso. Las cosas se salieron de las manos de ambos, sí puede que eso fuese cierto, pero no llegaron tan lejos como para impedirles retomar sus vidas nuevamente y seguirlas por separado, tal y como se habían prometido. El amor… el amor solo había sido una quimera, nada más.
—Paula… ¿A quién tratas de engañar? —se cuestionó en voz alta, mientras se llevaba las manos al rostro y negaba—. Eres consciente que lo que sientes por Pedro es real, es inmenso y aunque desees no puedes hacer nada, no ganas nada negándolo, si no te ha servido en todo este tiempo ¿qué te hace pensar que te servirá ahora? Ahora que él ha decidido entrar en tu vida de nuevo… y que no planea hacerlo con sutileza, tendría que no conocerlo para saber lo que quiere y por desgracia lo conozco demasiado bien… o al menos eso creía… o creo… ¡Dios ya no sé nada!
Me va a volver loca, juro que me va a volver loca; necesito evitar esto, tengo que impedir que algo así suceda, no puedo hacerle esto a Ignacio… ¡Oh, Ignacio! Yo te quiero tanto, si tan solo… si fuera como lo quiero a él ¿Por qué demonios todo tiene que ser tan complicado? ¿Por qué no puedo liberarme de ti como lo hice de otros? ¿Qué demonios me hiciste, qué me diste Pedro Alfonso? ¿Qué? —se preguntaba sintiéndose frustrada y se pasó las manos por el rostro, hasta deslizarla a su nuca y entrelazar sus dedos allí, estaba demasiado tensa.
Él te ama, aunque no te lo haya dicho, al menos no con palabras, pero lo hizo muchas veces con sus actos..
De nuevo su consciencia le daba una estocada directo al corazón, porque ya muchas veces había llegado a la misma conclusión, quizás en sus deseos de sentir que todo lo que había vivido junto al italiano había sido hermoso y real, que ciertamente llegaron a amarse, pero entonces llegaban las dudas y el dolor y aniquilaban cualquier ilusión.
—Ya no tiene caso, esto no tiene sentido, no ahora… yo esperé durante meses por alguna señal, por una llamada, un mensaje, cualquier cosa, pero nada llegó y si no lo hiciste antes no tienes ningún derecho de intentar entrar en mi vida de nuevo, no dejaré que me perturbes Pedro, no te permitiré que descontroles mi mundo, tengo todo lo que puedo desear, tú no tienes nada que ofrecerme en estos momentos, nada de lo que hagas me hará cambiar de parecer y si necesitas comprobarlo por ti mismo, pues que así sea, si quieres venir hasta aquí… —se detuvo sintiendo su corazón latir un poco más rápido y respiró profundamente para calmarlo—. Si tienes que venir, hazlo, pero solo conseguirás saber lo que se siente quedarse con las manos vacías… solo eso — sentenció aferrándose a su seguridad.
Tenía que enfrentar eso de una vez por todas, tenía que cerrar ese capítulo para poder continuar con su historia, hacerlo sin fantasmas del pasado, junto al hombre que le había brindado amor, cariño, compañía, comprensión y la estabilidad que nunca le dio el actor, debía exorcizar a Pedro Alfonso de su vida.
Quizás verlo de nuevo y darse cuenta que todo había sido una ilusión la ayudaría, a lo mejor cuando lo viera de nuevo terminaría descubriendo que lo que sintió… y todavía sentía por él es solo parte de una fantasía frustrada, que el amor era el que Ignacio le inspiraba.
Además que no podía negarse a recibirlo en las audiciones sin tener una razón lógica o al menos aceptable para hacerlo y Jaqueline no la dejaría en paz hasta conseguir que le contara todo con lujos de detalles, ya se imaginaba la cantidad de preguntas que le lanzaría en cuanto la viera de nuevo, había sido una estúpida actuando como lo hizo, se dejó llevar, se descontroló por completo y se había puesto en evidencia de la manera más tonta.
Años ocultándole a todos lo que sucedió en la Toscana, guardando el secreto para evitarse la vergüenza de haberse enamorado de un Casanova consumado que solo la utilizó para entretenerse durante las vacaciones de verano, tanto esfuerzo y lo perdió todo en minutos solo porque él confesó a ¡millones! Que se había enamorado de ella.
Bueno, no de ella ya que ni siquiera la nombró y mejor así, de haberlo hecho todo sería un desastre, al menos eso le agradecía, pero igual la había perturbado, la había llevado a delatarse y en frente de quien menos quería. Jaqueline sería quien más duramente la juzgaría porque jamás dejó de repetírselo, que hay tipos en los cuales nunca se podía confiar y Pedro era uno de ellos.
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Espectaculares los 3 caps, no veo la hora de leer el reencuentro jaja. Ansiedad al límite.
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