Pedro cerró los ojos cuando se encontró allí solo y comenzó una súplica interna pidiendo para que la respuesta de los americanos fuese la que él esperaba, al menos si eso sucedía ya tendría la mitad del camino recorrido, lo demás sería llegar hasta Paula y hablar con ella, confiar en las palabras de su madre cuando le aseguró que seguía enamorada.
Todo eso lo tenía muy tenso así que buscó la manera de relajarse, se sirvió un trago de whisky, aunque no acostumbraba a tomarlo en ése momento necesitaba algo fuerte. Tomó el control de mando de la consola donde se encontraba su iPod, la encendió y de inmediato la voz líder de Coldplay junto a las notas del piano se esparcieron por el lugar, conocía muy bien esa canción y quizás no era la más apropiada para llenarse de esperanzas, por el contrario le estaba lanzando a la cara sus peores miedos, esos que lo habían atormentado desde que decidió embarcarse en esa aventura. No la cambió, la dejó continuar, porque incluso los temores debía tenerlos presente, pues como decía Chris Martin, todo era posible y aunque él colocara todos sus esfuerzos en llegar a una reconciliación, la última palabra la tendría Paula.
La canción continuó y Pedro la siguió consciente que quizás nunca se había sentido tan identificado con un tema de una de sus bandas favoritas como lo estaba en ese momento, la escuchó dos veces seguidas, sintiendo cómo las lágrimas se arremolinaban en su garganta y su corazón latía lenta y dolorosamente haciéndole difícil seguirla, cuando la segunda vez acompañó a Chris Martin.
What if you should decide
That you don´t want me there by your side
That you don´t want me there in your life
What if I got it wrong
And no poet or song
Could put right what I got wrong
Or make you feel I belong.
—Tú decides Paula, sabrás que voy por ti, sé que así será… tu corazón te lo dirá, si aún me amas escúchalo por favor y danos la oportunidad de enmendar los errores del pasado, aunque estés con otro hombre, aunque pienses que lo amas a él… por favor no me cierres todas las puertas, déjame acercarme una vez más y te aseguro que no te arrepentirás… no lo harás preciosa —abrió los ojos y su mirada una vez más se perdía entre las casas y las calles de su Roma—. Esta vez estoy dispuesto a demostrarte que lo eres todo para mí Paula Chaves, iré a donde tú quieras que
vaya, te seguiré y me quedaré a tu lado, porque nunca he sido tan feliz como lo fui junto a ti —agregó con un nudo aun mayor cerrándole la garganta.
Su primer paso había sido arriesgarse a buscarla, ya lo había dado, aún consciente de lo expuestos que quedaron sus sentimientos ante ella, solo quedaba convencerla para que lo intentaran una vez más, y no se regresaría a Roma sin haberlo conseguido, esta vez no llegaría hasta esa casa
derrotado y con las manos vacías.
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