martes, 1 de septiembre de 2015
CAPITULO 174
A la mañana siguiente todos despertaron muy temprano, se les había mencionado en la reunión que las grabaciones iniciarían a primera hora. Pedro apenas pudo dormir debido a la molestia que le causaba tener a Paula a pocos metros de él y no poder dormir con ella, se suponía que después de su reconciliación por fin la haría su mujer de nuevo, pero todo el mundo parecía empeñado en mantenerlos ocupados y alejados, apenas sí pudieron despedirse con un beso.
—¿Te sientes nervioso Pedro? —preguntó Claudia.
La pelirroja era la encargada de la imagen de los actores, ya había trabajado antes con Kimberly y eran muy amigas, pero era la primera vez que lo hacía con el italiano, debía decir que el actor tenía un rostro perfecto, una piel suave pero fuerte y muy varonil, además de un cabello sedoso y muy manejable, si no fuera porque había aprendido a ser profesional al trabajar con tantos hombres guapos, estaría allí suspirando.
—No, solo un poco cansado —contestó siendo amable con la mujer.
—Sí, esas sombras bajo tus ojos me lo gritan… tranquilo, siempre pasa un día antes de iniciar — decía mientras le peinaba el cabello—. Pero debes prometerme que intentarás dormir mejor, tienes un rostro perfecto y no necesitas ningún tipo de maquillaje corrector… aunque hoy lo usaremos —
mencionó parándose frente a él y sacó una paleta del cajón.
—Se supone que Franco debe lucir preocupado por la situación que atraviesa al inicio del libro —comentó de manera casual, cerrando los ojos para dejar a la mujer trabajar.
—Sí, pero también será la primera vez que Priscila lo vea y deberá quedar completamente impresionada con él, así que queremos a un guapo y preocupado Franco, no a uno demacrado — acotó sonriendo.
Él solo dejó ver una sonrisa ante las palabras de la mujer y dejó que continuara con su trabajo, mientras se dedicaba a pensar en la verdadera Priscila, y la manera de tenerla junto a él aunque fuera un par de horas, pues no soportaba esos deseos que lo consumían. Sabía que al inicio del libro habían muchas escenas que debería hacer Kimberly sola y mientras, él no haría nada, pero también que los directores muy pocas veces trabajaban siguiendo la línea de tiempo del guión, así que eso no le aseguraba nada, además, Paula seguro desearía estar presente.
Paula tampoco logró dormir muy bien, había pasado la noche pensando en Pedro, deseándolo con intensidad y sintiéndose frustrada por tener que pasar la primera noche en ese lugar lejos de él. Al menos las cosas mejoraron durante las grabaciones y Pedro hizo que el miedo que sentía al tener que enfrentarse a las primeras escenas, fuera menguando de a poco, no era tan complicado ver a Kimberly actuar como si fuera ella y con él le ocurría algo muy particular, porque actuaba como siempre, pero el simple hecho de que llevara el nombre de Franco, lo hacía lucir como otro hombre y no como su Pedro.
Lo que parecía ser otra noche lejos de Paula para Pedro, cambió por completo cuando a media tarde, Cristina le envió un mensaje para que fuera hasta su casa un momento. Él sabía que los esposos tenían planeado viajar por una semana a casa de Janina, en vista de que allí era muy poco lo que tenían que hacer, pues la producción había traído personal que se encargaría de todo.
Pensó que quizás deseaban dejarle alguna indicación especial o algunos de esos dulces que Cristina hacía y le quedaban deliciosos, pero su sorpresa fue mucho mayor cuando la mujer le hizo entrega de una copia de las llaves de la casa, alegando que lo hacía para que estuviera al pendiente o en caso de algún siniestro, pero la sonrisa en sus labios y el brillo en su mirada revelaba su verdadera intención para hacerlo.
—Eres una mujer maravillosa Cristina —expresó dándole un beso en la mejilla y la abrazó con fuerza elevándola del suelo.
—Jacobo en cambio dice que soy una Celestina —acotó sonriendo y le guiñó un ojo, después le palmó la mejilla con suavidad—. Hagan las cosas bien esta vez Pepe, la vida pocas veces da segundas oportunidades —expresó mirándolo a los ojos.
—Te prometo que así lo haré, esta vez será mejor. Ahora que sé que Paula me ama ya no habrá dudas, ni miedos… no me callaré nada.
—Eso es lo que quería oír, tu antigua habitación está lista, pero no subas hasta que estés con ella, ¿entendido? —preguntó mirándolo.
Él asintió moviendo la cabeza varias veces mientras mostraba una gran sonrisa, y la abrazó de nuevo dándole un par de besos en la mejilla.
—¡Hey tú! Ve a buscar a tu mujer y deja a la mía en paz —mencionó Jacobo entrando a la cocina, le costaba desplazarse pero no desistía.
—No te preocupes, iré corriendo a buscarla en cuanto terminemos las grabaciones de hoy, gracias por ayudarnos —expresó sonriendo.
—No tienes nada que agradecer, fue esta vieja celestina quien me convenció, pero bueno como saben que los aprecio a ambos, también les traje esto —contestó extendiéndole una botella de Colli Fiorentini y sonrió al ver que las había reconocido—. Sí, fue la primera botella que ustedes bebieron, Paula lo mencionó un día por casualidad y ya sabes la buena memoria que tengo.
—Ella se pondrá feliz, gracias a ambos… les prometo que encontrarán la casa en sus cimientos cuando regresen —acotó con una sonrisa pícara y les guiñó un ojo.
Después de eso los abrazó con fuerza y se ofreció para llevarlos hasta el auto de su yerno que los esperaba afuera, pero Cristina le hizo ver que no era prudente, pues si deseaba mantener en secreto que él tendría la llave, lo mejor era que no los vieran juntos, así que Pedro terminó por salir por la puerta de la cocina por donde había entrado y fue directo a la habitación que ocupaba para dejar la botella de vino y regresar al set.
Las grabaciones se extendieron casi hasta el anochecer, por suerte no tuvieron muchos fallos y eso puso de muy buen humor a Thomas, por lo que decidió que al día siguiente comenzarían después de las diez de la mañana ya que seguirían con las escenas dentro de la casa, él se mostró de manera casual y no le contó nada a Paula para darle la sorpresa más tarde, cuando todos se retiraran la llamaría para decirle que lo esperase lista, esa noche dormiría al fin con su mujer.
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