martes, 4 de agosto de 2015
CAPITULO 84
Después de dos horas la segunda botella de champagne estaba vacía y ellos no paraban de reír, Paula al sentirse completamente ebria y Pedro divertido al verla así pues ella le había asegurado que podía soportar perfectamente cada una de las copas que se sirvió.
Ella gateó hasta donde él se encontraba sentando aun en la cobija sobre la alfombra apoyando su espalda en el mueble y con lentitud se sentó sobre sus piernas dejándolas en medio de las suyas, llevó sus brazos hasta el cuello de Pedro y se lo quedó mirando.
—Es usted el hombre más apuesto que he visto en mi vida señor Alfonso—esbozó mostrando en su tono los efectos del alcohol.
—Y usted es la mujer más hermosa que yo he visto en la mía, aun estando borracha es preciosa —contestó mientras sonreía y le acariciaba la cintura.
—Yo no estoy borracha —se defendió negando con la cabeza y sus cabellos se movían de un lado a otro.
—¿Ah no? —preguntó él elevando una ceja.
—No… al menos no estoy ebria por la champagne, en todo caso lo estaría por usted y… —se detuvo sin saber que palabras usar para explicarle a él lo que sentía, dejó libre un suspiro y llevó sus manos al rostro de Pedro para acunarlo—. Tengo… tengo miedo de lo que pueda llegar a sentir después de esto, de no poder nunca saciarme de ti… de darte tanto que no pueda recuperarlo, yo… quiero seguir siendo dueña de mí, de mi voluntad... tener la fortaleza para decirte que no cuando deba hacerlo, Pedro te estás metiendo en mí de tal manera que… me da miedo —confesó mirándolo a los ojos, sintiendo que el corazón estaba a punto de saltarle por la boca, y las lágrimas inundaban sus ojos y maldijo al licor por hacerla hablar.
Él se quedó en silencio mirándola, sintiendo que su corazón estaba a punto de estallar de tanta felicidad, la emoción que lo colmó fue tan poderosa que lo hizo temer y se encontró temblando como un niño o como un hombre que presiente que su vida está a punto de cambiar.
—Paula… yo… —ella lo detuvo posando un par de dedos sobre sus labios mientras lo miraba a los ojos.
—No digas nada… no lo hagas y deja que este momento se quede aquí suspendido en este mundo perfecto que compartimos —le rogó con la voz ronca por las lágrimas.
Y en un movimiento que buscaba desesperadamente recoger las palabras que había dejado escapar, se acercó a él y lo besó con una intensidad que alejara de ella esa sensación que le estaba quebrando el pecho y la liberara de las lágrimas que buscaban ahogarla. Ella no soportaría tener que dejarlo sabiendo que eso que tenían era mucho más, era mejor ignorar lo que le estaba pasando antes que fuera demasiado tarde para decir adiós cuando el momento llegara. Lo único que deseaba en ese instante era que el tiempo se detuviera y quedarse para siempre aferrada a él, sintiéndose plena, sin los miedos y las dudas que la torturarían después cuando todo terminara y ella ya no lo tuviera.
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Hermosos capítulos!!!! Por ahora... saber que se viene la peor parte es terrible, y todavía no puedo entender cómo pudieron alejarse!
ResponderEliminarAyyyyyyyyy, x favor qué caps más intensos!!!!!!!!! Espectaculares!!!!!!!!
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