domingo, 30 de agosto de 2015

CAPITULO 170




Dos días después miraba el mismo puente despidiéndose, a la luz del día se mostraba más nítido pero quizás no tan hermoso, había algo distante y frío, gris. Justo como habían sido esos dos días sin noticias de Pedro, parecía haberse olvidado de ella, no la había llamado y tampoco escrito, a lo mejor se había tomado muy a pecho su petición para que le diera espacio.


—¡Ya basta Paula! ¿Quién demonios te entiende? Le pides tiempo para pensar, él te lo da y ahora te quejas porque no ha intentado buscarte… creo que vas a tener que pedir una cita en el consultorio de su madre antes de que vayas a parar a un manicomio —se dijo cerrando los ojos e intentando ordenar las ideas dentro de su cabeza.


Escuchó que llamaban a la puerta y caminó para abrir, seguramente era alguien de la producción que venía a buscarla, todo estaba listo para viajar hasta la Toscana y eso también la tenía tensa, no sabía cuál sería su reacción al encontrarse en ese lugar de nuevo, solo esperaba tener la fortaleza para no ponerse a llorar.


—Hola Pau, vine para irme con ustedes, Guillermo está dando órdenes como si fuera un capitán… creo que tendremos que buscarle una novia —mencionó Kimberly entrando a la habitación.


—Hola Kim —la saludó con una sonrisa.


El recelo que le tenía en principio había comenzado a desaparecer de a poco a medida que la conocía, no era cierto que era una diva, tenía por supuesto algunas actitudes, pero la mayoría del tiempo era una chica como cualquier otra y estaba completamente enamorada de Brandon Stenthon, su actual pareja. Además, debía reconocer que estaba realmente interesada en hacer del papel de Priscila, su mejor representación.


—La verdad es que me está cayendo más pesado que Marcus —comentó Diana entrando al salón.


—Hola Di, te ves genial —dijo Kimberly mirándola con una sonrisa.


—Al fin puedo usar este short que nuestra asesora de modas Jaqueline Hudson no me dejó lucir para el viaje —esbozó con una sonrisa y luego agregó—. También me encanta tu vestido, es hermoso… la que no quiso ponerse algo más divertido fue mi hermana.


—Me siento cómoda llevando esto Di —indicó Paula.


Después de todo no tenía a quién lucirle porque Pedro se iría por su cuenta hasta donde supo, y ella viajaría con el resto del equipo.


—Me está llamando Pedro.


La voz de Diana la sacó de sus cavilaciones, aunque en realidad fue el nombre que esbozó, sintió su corazón lanzarse a latir desbocado y tuvo que obligarse a permanecer allí y no correr para quitarle el móvil a Diana.


—¡Hola! —lo saludó con su efusividad de siempre y caminó.


Paula se volvió a mirar por la ventaba para no ser consciente de esa llamada y se negaba a dejar que la afectara, el hecho de que Pedro llamara a Diana y no a ella no le debía importar en lo más mínimo, eso se decía pero estaba atenta para ver si lograba escuchar algo de lo que hablaban.


—No puedo creerlo ¡Pepe eres genial! Sí, enseguida bajamos —esbozó con una gran sonrisa y después colgó.


—Di… ¿Es mi idea o tú quieres conquistar a Pedro? —preguntó Kimberly con interés mientras la miraba.


—Me encantaría, pero ya lo intenté y no se fijó en mí, creo que está interesado en alguien más — comentó mirando la espalda de Paula. Vio a Kimberly sonreír y asentir en silencio entendiendo su punto, quiso añadir algo más para su hermana—. Por fortuna sabemos que no es la espantosa de la ex novia, nos dejó claro que ya no tiene nada que ver con esa loca —esbozó intentado que Paula escuchara.


Ella sabía que algo había ocurrido en casa de los Alfonso, esa repentina decisión de Paula de marcharse apenas llegaban, y justo después de la aparición de la ex de Pedro había afianzado su teoría. Además la manera en la cual la encontró cuando regresó, había estado llorando y aunque se excusó en su separación con Ignacio, en el fondo algo le decía que su ex cuñado nada tenía que ver en eso.


—Bueno igual me llamó para decirme que está abajo esperándonos, nos invitó a viajar con él hasta la Toscana ¿No es maravilloso? —inquirió entusiasmada y corrió a buscar su bolso de mano que era lo único que le faltaba para estar lista.


—Nosotras ya tenemos transporte —mencionó Paula dándose la vuelta para ver a su hermana y detenerla.


—Sí claro, un transporte donde irá el arrogante de Guillermo Reynolds hostigándonos —acotó Diana —. Pues déjame decirte que lo siento mucho, pero declino su oferta, yo iré con Pedro. ¿Tú qué dices Kimberly? —preguntó mirando a la actriz.


—Paula ven con nosotras, Pedro es genial y el otro día cuando íbamos a casa de sus padres la pasamos súper bien —pidió Kimberly mirándola a los ojos.







2 comentarios:

  1. Ayyyyyyyyy, por favor, que tercos que son los 2, se aman con locura pero no paran de pelear. Buenísimos los 3 caps.

    ResponderEliminar
  2. Ay! No!!! Ya me parecía que Romina no se iba a quedar sin hacer nada... Ojalá se arreglen pronto!!!

    ResponderEliminar